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jueves, 8 de octubre de 2015

CONDROMALACIA ROTULIANA ¿QUÉ ES?



A menudo llegan a nuestro centro de entrenamiento muchísimos clientes con esta afección. Es verdad, que después de su consulta con el médico somos nosotros, los profesionales de la Actividad Física y Salud los que finalmente intentamos resolver las dudas a los mismos con respecto a su recuperación. Tenemos en nuestra manos muchísimas herramientas con las que mejorar esta afección e intentar que nuestro usuarios mejoren su calidad de vida. 

La condromalacia consiste en una degeneración de la superficie cartilaginosa localizada en la cara posterior de la rótula consecuencia del roce del cóndilo femoral sobre la misma; o bien, por un crecimiento anómalo del cartílago. También se le denomina “rodilla del corredor”, por ser muy común entre los corredores de atletismo, aunque es un problemas que no sufren solamente las personas físicamente activas.

Esta afección, producto del desgaste, suelen padecerla  niños y adolescentes que crecen muy rápido en poco tiempo, deportistas y personas sedentarias que sobrecargan la articulación de la rodilla (problemas de sobrepeso) y personas con poco tono en los músculos extensores de la rodilla (cuádriceps). Es verdad que en muchas ocasiones se potencian demasiado los cuádriceps y olvidamos la armonía que debe existir entre los flexores (isquiotibiales) y extensores de la pierna, es ahí cuando pueden sobrevenir otro tipo de problemas. Debemos trabajar la musculatura de forma equilibrada.

Los síntomas más comunes son sensación de rozamiento o fricción cuando se extiende la rodilla y dolor en la parte delantera de la rodilla (que empeora con la inmovilidad o al subir escaleras), esta sensación puede ir acompañada de crujidos y ruidos en la articulación, que ciertamente se hacen muy desagradables. En un ángulo de 90º, es cuando la rótula sufre más rozamiento.


RECUPERACIÓN POR MEDIO DE EJERCICIO FÍSICO.

1. Tonificación mediante ejercicios isométricos. 
Podemos realizar una extensión de la pierna sin peso añadido desde la posición sentado, con el propio peso de la pierna, manteniendo una contracción isométrica.
Se puede realizar la misma contracción isométrica, añadiendo algo de peso en la pierna.
Si rotamos la pierna hacia adentro, fortaleceremos especialmente el vasto interno del cuádriceps.

2. En ejercicio LEG EXTENSION, ya sea en la propia máquina o en otros planos.
Realizar el mismo ejercicio que en el caso anterior, peso solo los últimos veinte grados de movimiento que nos ofrece la máquina, realizando igualmente una contracción isométrica.

3. En ejercicio CURL FEMORAL, ya sea en la propia máquina o en otros planos. 
Realizar contracción isométrica en los primeros grados de la misma, a fin de compensar la musculatura agonista y antagonista.

4. EN PISCINA.
Con algún elemento de flotación colocado en el pie, podemos realizar contracciones isométricas a fin de que este elemento no salga a la superficie.

Podemos hacer muchísimos más ejercicios de recuperación y con materiales diferentes, adaptados a cada persona. Los detallados anteriormente solo son algunas pautas y dinámicas de trabajo. En la variedad y continuidad estará la clave de la recuperación.

RECOMENDACIONES:
- Mantén un peso equilibrado, acorde con tu estatura y condición física, todas las sobrecargas de la articulación de la rodilla pueden derivar en problemas de diferentes magnitudes.

- Realiza actividad física, acorde con tu edad, condición física y objetivos.

- Una buena hidratación hará que los diferentes tejidos de nuestro organismo mantengan sus condiciones óptimas.

- Realiza estiramientos después de cada sesión de entrenamiento, mantendrá las longitudes musculares en situación óptima.

- Evita realizar actividades en las que se requiera alto impacto.

- Evita realizar a diario ejercicios en los que se requieran cambios de dirección y de ritmos bruscos. 




“EXIGE PROFESIONALES, NO DEJES TU RECUPERACIÓN EN MANOS DE CUALQUIERA. EXIGE ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD”


(INMA CRUZ, Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, col. n. 13408)

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